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Estrés y alergias alimentarias IgG

Estrés y alergias alimentarias IgG

¿Qué relación existe entre el estrés y las alergias alimentarias IgG? Como bien sabes, para mantener un estilo de vida saludable y una salud física y mental óptima debemos llevar una alimentación balanceada y completa. No obstante, comer bien no significa solamente elegir alimentos que se supone que son saludables, sino también retirar de la dieta aquellos que no lo son particularmente para nosotros. 

Por esa razón, dejar de comer los alimentos que desencadenan los síntomas de nuestras alergias alimentarias IgG puede ayudarte enormemente en el manejo y prevención del estrés. Hoy en Eurolife, vamos a contarte sobre la relación entre el estrés y las alergias alimentarias IgG y cómo puedes tratar la inflamación que causan.

Estrés y alergias alimentarias IgG

 ¿Cómo afecta al cuerpo el estrés?

El estrés es una respuesta natural y automática del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes o desafiantes. Puede surgir debido a diversos factores, como presiones laborales, problemas interpersonales, cambios significativos o eventos traumáticos. El estrés en sí mismo no es negativo, ya que en dosis moderadas puede preparar al cuerpo para reaccionar de manera adecuada ante situaciones de peligro.

Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico y abrumador, puede tener muchos efectos perjudiciales en nuestro cuerpo. Algunos son:

  • Sistema nervioso: El estrés activa la respuesta de “lucha o huida” del cuerpo, que es controlada por el sistema nervioso simpático. Esta respuesta puede aumentar la frecuencia cardíaca, elevar la presión arterial y los niveles de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina.
  • Sistema cardiovascular: El aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo, como hipertensión arterial, enfermedades del corazón, accidentes cerebro vasculares, etc.
  • Sistema inmunológico: El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, lo que puede hacer que el cuerpo sea más susceptible a enfermedades e infecciones.
  • Sistema digestivo: El estrés puede causar síntomas como malestar estomacal, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, y empeorar condiciones preexistentes como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal. Además, la inflamación producto del estrés puede afectar la flora intestinal y la permeabilidad intestinal.
  • Cerebro: El estrés causa fatiga, reduce la concentración, la toma de decisiones y otras capacidades cognitivas, y afecta el estado de ánimo de la persona.

La inflamación y el estrés

El estrés crónico puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el organismo, lo que puede tener efectos negativos para la salud. Como vimos arriba, cuando el cuerpo se encuentra bajo estrés, el sistema nervioso activa la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas desencadenan una serie de respuestas fisiológicas, incluida la activación del sistema inmunológico. 

En situaciones agudas de estrés, esta respuesta inflamatoria puede ser beneficiosa, ya que el sistema inmunológico se prepara para enfrentar una posible lesión o infección. Sin embargo, cuando el estrés es crónico y persistente, la respuesta inflamatoria puede volverse excesiva y prolongada, convirtiéndose también en crónica. La inflamación crónica puede afectar negativamente al cuerpo y se ha relacionado con una serie de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, artritis, enfermedades autoinmunes y trastornos del estado de ánimo. 

Cuando se intoxica la matriz extracelular (el tejido entre las células que almacena las toxinas como los contaminantes atmosféricos, así como las de medicamentos sintéticos, metabolitos de alimentos y conservantes), para alcanzar la homeostasis, produce una inflamación fisiológica leve que es capaz de conjugar la sobrecarga de toxinas. No obstante, en un cuerpo estresado constantemente, esa inflamación se vuelve crónica. 

Es por esto que en la medicina a bajas dosis, es fundamental desintoxicar y drenar la matriz extracelular para poder poner en práctica cualquier terapia, incluyendo el tratamiento y la prevención del estrés. (Si quieres saber más sobre la desintoxicación, el drenaje y la terapia de medicina a bajas dosis te invitamos a leer este artículo.)

¿Cuál es la relación de las alergias alimentarias IgG y el estrés?

Ahora bien, lo que tienen en común el estrés y las alergias alimentarias IgG es, precisamente, la inflamación que pueden causar. 

Por un lado, en las alergias alimentarias IgG, o tipo III, los efectos son tardíos y pueden manifestarse entre 3 a 72 horas luego de consumir el alimento que desencadena los síntomas. Esto hace que sea difícil correlacionar un alimento con un síntoma específico. En una alergia alimentaria IgG, los anticuerpos IgG y los antígenos alimentarios generan una reacción inmune que conduce a condiciones inflamatorias de bajo grado que, si  no se tratan, pueden volverse crónicas. Los síntomas más comunes de las alergias IgG son: problemas gastrointestinales (como síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn), dermatitis, psoriasis, eczema, migraña, fatiga y hasta trastornos del estado de ánimo. 

Por otro lado, el estrés desequilibra el eje intestino-cerebro y un intestino desequilibrado produce una serie de patologías gastrointestinales y, además, el estrés causa un incremento en IL-6 que es un marcador de inflamación crónica. El estrés afecta la permeabilidad intestinal y el microbioma, lo que facilita que los anticuerpos IgG y los antígenos alimentarios pasen del intestino al resto de nuestro cuerpo produciendo inflamación.

¿Cómo prevenir el estrés con el tratamiento de alergias alimentarias IgG?

La clave para prevenir el estrés crónico es controlar la inflamación, es por esto que ImuPro puede ayudar. ImuPro es un test de alergia alimentaria IgG confiable que puede determinar qué alimento podría ser responsable de tus síntomas. Este test del laboratorio alemán R-Biopharm puede señalarte cuáles alimentos reaccionan a anticuerpos IgG para que puedas evitarlos en tu alimentación. Además, viene con una guía nutricional y un recetario personalizados que te ayudarán a reemplazar estos alimentos con el fin de que tus síntomas mejoren.

El método ImuPro consta de tres fases: 

  • Eliminación: debes eliminar todos los alimentos que, de acuerdo a los resultados de tu prueba ImuPro, reaccionaron a anticuerpos IgG con el fin de que tu cuerpo se recupere de las inflamaciones de bajo grado.
  • Provocación o rotación: debes introducir uno a uno los alimentos y observar la reacción de tu cuerpo durante los siguientes tres días para determinar cuáles están causando síntomas específicos.
  • Estabilización: durante al menos un año debes evitar los alimentos que reconociste como desencadenantes de tus síntomas específicos en la fase anterior. Puedes reintroducir a tu dieta aquellos alimentos que no causaron ningún síntoma y/o aumento de peso corporal durante la fase de provocación. En la mayoría de las dolencias crónicas, evitar los alimentos positivos para IgG puede conducir a una remisión parcial o completa de los síntomas.

Ahora bien, con ImuPro podemos prevenir los impactos negativos del estrés crónico en nuestro organismo dado que de entrada estamos reduciendo una fuente de inflamación constante. Por otro lado, al dejar de sentir los síntomas que nos estresan y mantener una dieta balanceada de rotación, buenas fuentes de nutrientes y  no solo nos vamos a sentir mejor, sino también más desinflamados. (¿Quieres saber si ImuPro puede ayudarte? Haz esta prueba rápida para que sepas si este es tu camino hacia una mejor salud.)

Estrés y alergias alimentarias IgG

Probióticos para prevenir el estrés y las alergias alimentarias IgG

Por supuesto, acompañar ImuPro para el manejo del estrés con probióticos que cuiden del correcto funcionamiento de la permeabilidad intestinal y el microbioma. Symbiolact, del laboratorio alemán Symbiopharm, es un suplemento alimenticio que es libre de lactosa y contiene bacterias productoras de ácido láctico que ayudan a mantener la homeostasis de la flora intestinal (microbioma). Symbiolact puede ayudar a controlar la respuesta inflamatoria, contribuir a la maduración de células del sistema inmune adaptativo, y a conservar la microbiota en cantidades adecuadas mientras mantiene la permeabilidad del intestino en el punto adecuado.

Por último, para reducir la inflamación asociada al estrés, te recomendamoos adoptar estrategias de manejo del estrés, como la práctica regular de técnicas de relajación, el ejercicio físico, una alimentación saludable y el mantenimiento de un equilibrio adecuado entre el trabajo y el descanso. Además, si el estrés crónico se vuelve abrumador, es importante buscar apoyo de profesionales de la salud para manejarlo de manera adecuada. Si necesitas consejos extra para el manejo del estrés te invitamos a decargar nuestra guía EUROLIFE CERO ESTRÉS: 10 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA CUIDAR DE TU SALUD MENTAL. Si tienes alguna duda al respecto o quieres comenzar tu tratamiento con ImuPro, no dudes en contactarnos.